¡Frases para Cumpleaños!
Inspírate y celebra tu día con un mensaje único y lleno de optimismo.
Genera tu saludoLos microbios en los alimentos pueden afectar tu riesgo de cáncer
Los microbios presentes en los alimentos que consumes pueden influir en tu riesgo de padecer cáncer. Algunos de ellos pueden ayudar a tu cuerpo a combatir el cáncer, mientras que otros pueden favorecer el crecimiento y evolución de tumores.
Los microbios intestinales pueden afectar tu riesgo de cáncer al modificar el comportamiento de tus células. Muchos microbios que protegen contra el cáncer apoyan el comportamiento normal y cooperativo de las células. Por otro lado, los microbios inductores de cáncer socavan la cooperación celular y aumentan el riesgo de cáncer en el proceso.
Somos biólogos evolutivos que estudian cómo se produce la cooperación y el conflicto dentro del cuerpo humano, incluyendo las formas en que el cáncer puede evolucionar para explotar el organismo. Nuestra revisión sistemática examina cómo la dieta y el microbioma afectan la forma en que las células de tu cuerpo interactúan entre sí y aumentan o disminuyen tu riesgo de cáncer.

El cáncer es una descomposición de la cooperación celular
Cada cuerpo humano es una sinfonía de cooperación multicelular. Treinta billones de células cooperan y se coordinan entre sí para convertirnos en organismos multicelulares viables.
Para que la cooperación multicelular funcione, las células deben llevar a cabo comportamientos que beneficien al colectivo. Estos incluyen la división celular controlada, la muerte celular adecuada, el intercambio de recursos, la división del trabajo y la protección del entorno extracelular. La cooperación multicelular es lo que permite que el cuerpo funcione de manera efectiva. Si las mutaciones genéticas interfieren con estos comportamientos adecuados, pueden conducir a la descomposición de la cooperación celular y al surgimiento del cáncer.
La dieta afecta la composición de tu microbioma intestinal
Las células cancerosas pueden considerarse «tramposas» a nivel celular, ya que no siguen las reglas del comportamiento cooperativo. Mutan de manera incontrolable, evaden la muerte celular y consumen recursos excesivos a expensas de las demás células. A medida que estas células tramposas se replican, el cáncer en el cuerpo comienza a crecer.
El cáncer es fundamentalmente un problema de tener múltiples células conviviendo en un solo organismo. Por lo tanto, ha estado presente desde los orígenes de la vida multicelular. Esto significa que los mecanismos de supresión del cáncer han estado evolucionando durante cientos de millones de años para mantener a raya a las posibles células cancerosas. Las células se controlan a sí mismas en busca de mutaciones e inducen la muerte celular, también conocida como apoptosis, cuando es necesario. Las células también vigilan a sus vecinas en busca de evidencia de comportamiento anormal, enviando señales a las células aberrantes para inducir la apoptosis. Además, el sistema inmunológico del cuerpo vigila los tejidos en busca de células cancerosas para desstruirlas.
Las células que logran evadir la detección, evitar la apoptosis y replicarse rápidamente tienen una ventaja evolutiva dentro del cuerpo sobre las células que se comportan de manera normal. Este proceso dentro del cuerpo, llamado evolución somática, es lo que lleva a las células cancerosas a crecer y enfermar a las personas.
Los microbios pueden ayudar o dificultar la cooperación celular
Los microbios pueden afectar el riesgo de cáncer al cambiar la forma en que las células del cuerpo interactúan entre sí.
Algunos microbios pueden proteger contra el cáncer al ayudar a mantener un ambiente saludable en el intestino, reducir la inflamación y el daño al ADN, e incluso limitar directamente el crecimiento tumoral. Los microbios protectores del cáncer, como Lactobacillus pentosus, Lactobacillus gasseri y Bifidobacterium bifidum, se encuentran en el medio ambiente y en diferentes alimentos, y pueden vivir en el intestino. Estos microbios promueven la cooperación entre las células y limitan la función de las células tramposas al fortalecer las defensas del cuerpo contra el cáncer. Lactobacillus acidophilus, por ejemplo, aumenta la producción de una proteína llamada IL-12 que estimula las células inmunitarias para actuar contra los tumores y suprimir su crecimiento.
Las bacterias intestinales pueden influir en la efectividad de ciertos tratamientos contra el cáncer
Otros microbios pueden promover el cáncer al inducir mutaciones en células sanas que aumentan la probabilidad de que surjan células tramposas y compitan con las células cooperativas. Los microbios inductores de cáncer, como Enterococcus faecalis, Helicobacter pylori y Papilomavirus, se asocian con una mayor carga tumoral y la progresión del cáncer. Pueden liberar toxinas que dañan el ADN, cambiar la expresión génica y aumentar la proliferación de células tumorales. Helicobacter pylori, por ejemplo, puede inducir cáncer al secretar una proteína llamada Tipα que penetra en las células, altera su expresión génica y provoca cáncer gástrico.
Dieta saludable con microbios protectores contra el cáncer
Dado que lo que comes determina la cantidad de microbios inductores y protectores del cáncer en tu cuerpo, creemos que los microbios que consumimos y cultivamos son un componente importante de una dieta saludable.
Los microbios beneficiosos se encuentran típicamente en dietas fermentadas y a base de plantas, que incluyen alimentos como verduras, frutas, yogur y cereales integrales. Estos alimentos tienen un alto valor nutricional y contienen microbios que aumentan la capacidad del sistema inmunológico para combatir el cáncer y reducir la inflamación general. Los alimentos ricos en fibra son prebióticos en el sentido de que proporcionan recursos que ayudan a los microbios beneficiosos a prosperar y, posteriormente, aportar beneficios a sus anfitriones. Muchos microbios que combaten el cáncer están abundantemente presentes en alimentos fermentados y ricos en fibra.
Por el contrario, los microbios perjudiciales se encuentran en dietas altamente procesadas y basadas en carne. La dieta occidental, por ejemplo, contiene una gran cantidad de carnes rojas y procesadas, alimentos fritos y alimentos ricos en azúcar. Se sabe desde hace mucho tiempo que las dietas basadas en carne están vinculadas a una mayor prevalencia de cáncer y que la carne roja es un carcinógeno. Estudios han demostrado que las dietas basadas en carne están asociadas con microbios inductores de cáncer, como Fusobacteria y Peptostreptococcus, tanto en humanos como en otras especies.
Los microbios pueden mejorar o interferir en la forma en que las células del cuerpo cooperan para prevenir el cáncer. Creemos que cultivar intencionalmente un microbioma que promueva la cooperación entre nuestras células puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer.
Conclusión
La dieta juega un papel crucial en la modulación del riesgo de cáncer a través de los microbios que consumimos. Al optar por una dieta rica en alimentos fermentados, a base de plantas y rica en fibra, podemos fomentar el crecimiento de microbios protectores del cáncer en nuestro intestino. Por otro lado, al limitar el consumo de alimentos altamente procesados y basados en carne, podemos reducir la presencia de microbios inductores de cáncer.
En última instancia, mantener un estilo de vida saludable, junto con una dieta que favorezca la cooperación celular y un microbioma equilibrado, puede ser una herramienta poderosa para prevenir y combatir el cáncer.
REF:: Microbes in your food